Llegó la desescalada política

Habrás notado en estos meses atrás que el Veïnat no contenía los tradicionales escritos de los partidos políticos. Esto fue así por un compromiso político inusual, dado las circunstancias excepcionales en las que estábamos. Decidimos que no era tiempo para mostrar confrontación, sino para estar unidos y primar la salud de nuestros/as vecinos/as a todo.

Esta “tregua” fue agradecida a la oposición en el pleno ordinario de manos de los portavoces del gobierno del tripartito. Sin embargo, tenemos que decir que pese a que ejercimos nuestra labor de oposición durante la pandemia de forma responsable y leal, no estamos de acuerdo con algunas de las pocas cosas realizadas por el gobierno.

Éramos conscientes de que, tal y como sucedió, tendríamos que mordernos la lengua. Pero haciendo de tripas corazón, aguantamos todo el estado de alarma viendo como el gobierno actuaba de forma unilateral, y luego, pretendía disfrazarlo de consenso.

Creemos que es importante comunicarlo, ya que si ha habido calma ha sido porque desde la oposición hemos tenido una altura que seguramente no se correspondería si hubiese sido al contrario.

Esto lo hemos visto en las actitudes de “la nueva normalidad”, la parte socialista del gobierno del tripartito sigue creyendo que tiene la mayoría absolutista que perdió en las elecciones. Es “normal”, los otros dos partidos que forman ese pacto, más que traer nuevos aires a la política, tal y como prometieron, se han sumado a lo que había diluyéndose totalmente.

Queda claro porqué hace un año se produjo ese pacto. Parece que es más fácil gobernar con un socio totalmente nuevo, sin experiencia, contento porque llegue el 25 de cada mes y que al final es uno, o mejor dicho, dos más. Es como si al que ha llegado le hubiesen marcado a fuego la frase que lleva por bandera la parte fuerte del pacto, «el que se mueve no sale en la foto».

Al final, los que salen perdiendo son los de siempre. Los/as monoveros/as no solo han tenido que preocuparse mucho por su salud, sino además por llegar a fin de mes al ver como perdían su trabajo, muchos/as definitivamente.

Sinceramente, lamentamos no tener ese poder de decisión para ayudar a nuestras/os vecinas/os a sobrellevar la situación que nos ha tocado vivir. Se avecinan tiempos difíciles y quizá a nivel Ayuntamiento no se esté preparado para afrontarlos, tenemos que tener claro que la prioridad son los monoveros/as y que la ayuda que necesitan de sus gobernantes no solo pasa por un bono de comida. Sobre todo, si estos últimos no se controlan y algunos listos los terminan utilizando para comprar mojama y berberechos.

Así, con esta crítica iniciamos la desescalada política, porque para eso estamos, para controlar que el tripartito del gobierno haga su trabajo. Para que no se acomoden con su sueldo asegurado, porque el pueblo que los mantiene no tiene esa seguridad, ya lo hemos visto durante esta pandemia. Contad con nosotros, Veïns, el partido de Monóvar.