El Monóvar de cada día

En abril tuvimos el pleno del “debate estado del municipio”, una sesión que debería haber sido para analizar la situación actual de Monóvar, problemas, ventajas, proyectos y planes para el futuro. Sin embargo, el grupo de gobierno, que mostró de nuevo su falta de trabajo, ideas y eficacia en la gestión municipal, leyó un discurso que disfrazaba la realidad y pasó totalmente de todo lo dicho por la oposición.

Veïns de Monóver, una vez más, recordó lo que ven todos los días los monoveros. Las calles sucias, mal iluminadas, con excrementos de mascotas, el asfalto lleno de agujeros, parches y surcos empeorado más si cabe por las obras del gas.

Los problemas de nuestro polígono que hacen que las empresas se marchen o no vengan. Como las más de 60 farolas fundidas, las marcas viales totalmente borradas (no se han pintado desde su inauguración), las arquetas tapadas, tuberías de agua por encima de la acera enganchadas de unas naves a otras, tuberías de alcantarillado al descubierto y como no, suciedad por todas partes.

Caminos rurales llenos de basura, hierba en los arcenes que mide más de 2 metros de altura y contenedores de basura que llevan años sin arreglar y que nunca se han limpiado.

Nuestros parques afectados por plagas como la procesionaria, poniendo en peligro a nuestros hijos, mascotas o a los alumnos del Molinet que de nuevo se ven rodeados de bolsas de gusanos. O la del picudo que ha matado una gran cantidad de palmeras. Imagen deprimente que se une a las tres fuentes vacías y llenas de basura. La cuarta, la del salitre, con el agua verde y funcionando mal.

Todo esto, provoca desilusión y decepción. Lejos de la imagen que se vendió para que les dieran la mayoría absoluta, esa oportunidad única para cambiar el destino de nuestra ciudad. Tras las elecciones todo cambia, subida de impuestos, subida de tasas, empeoramiento de condiciones de pago como con la basura o su parálisis total que hace que aumenten las obras ilegales.

Como contraprestación, cuando celebramos las fiestas para descansar de todo un año con el agua al cuello, no tenemos nada, las peores que se recuerdan, esperemos que este año que gastarán más dinero sean mejores.

Todo lo achacan a que “no hi ha diners”, prueba de ello son sus sueldos, o que se destinan 3.0006 a pintar graffitis por las paredes del pueblo, o instalar bolardos para que la gente no aparque y tape estas pinturas como en la Casa de la Cultura.

Mientras los vecinos se van sin respuesta del Ayuntamiento o sus peticiones se amontonan, sigue creciendo el desánimo. Cada vez tenemos menos habitantes, ninguna empresa viene a Monóvar y nuestros hijos difícilmente regresan al irse buscando un futuro.

Con el actual gobierno estamos perdiendo otros 4 años, mientras, los pueblos de alrededor avanzan, como Pinoso, la que fuese pedanía de Monóvar. Y es que nosotros podemos repetir las cosas mil y una vez, pero como dice el refrán “no hay más sordo que el que no quiere escuchar”.